sábado, 31 de enero de 2015

La llegada a la escuela

He trabajado en la etapa de preescolar durante más de veinte años. Hice la especialidad de párvulos porque creo que es muy importante cuidar esa etapa en un niño, es un momento difícil para él y si facilitamos su adaptación, hacemos que se lo pase bien y le ayudamos a formarse como persona responsable, estoy convencida que tendrá una buena base para afrontar todo lo que para un niño supone la llegada a la escuela.

Facilitaremos mucho su andadura por la escuela y de paso, nos ayudará como maestros para que todo sea más agradable, menos traumático para el niño y poco a poco, construyamos cosas juntos.

Captar su atención no es difícil, si nos hemos preparado un poco la clase que vamos a impartir. En las explicaciones para pequeños modulaba la voz acompañada de gestos de sorpresa, admiración, alegría... Todo ello sin exagerar, encontrar el punto medio, sin que resulte ridículo, pero que seamos capaces de captar su interés por lo que va a pasar en ese momento.

Eso de que “cada maestrillo tiene su librillo” es totalmente cierto en el caso de descubrir de qué forma crear ese clima para que el interés de sus alumnos por lo que está pasando o va a pasar, se convierta en una colaboración activa, donde se despierten sus ganas de formar parte creativa de lo que intentamos hacer en ese momento. Cuando esto se consigue es maravilloso. ¿Sabéis las palabras que pueden surgir cuando intentamos que los niños busquen una con el sonido que trabajamos en ese momento? Son veinticinco niños pensando en su palabra, poniendo en marcha sus capacidades, nos maravillamos y nos sorprenden gratamente con sus respuestas. Ahí entramos nosotros, para valorarlas, contrastarlas, animar a los tímidos a buscar su respuesta, frenar un poquito al protagonista, comentar el por qué de su respuesta etc.