Lo mismo pasa cuando les explico la importancia que tiene el hablar con ellos, al hacerlo hemos de procurar llamar a las cosas por su nombre, no abusar de los diminutivos ni repetir las cosas como ellos las pronuncian porque nos hacen gracia, o porque entendemos lo que nos quieren decir . Hemos de tener presente que el modelo somos nosotros y aprenderán de cómo nos expresemos los que estamos próximos a ellos.
Los niños nos miran como el ejemplo a seguir, de nuestro comportamiento va a depender en gran medida su formación como persona. Nos observan siempre, generalmente tienen más tiempo para examinarnos y fijarán en su interior todas nuestras actuaciones.
Saber esto no nos debe coartar, no preocuparnos demasiado, debemos actuar con naturalidad y normalmente sale bien. Los niños quieren a sus padres más que a nada, saben que ellos le dan seguridad, que sin ellos se sienten perdidos.