viernes, 13 de febrero de 2015

Era una niña inquieta

De mi infancia recuerdo que era una niña inquieta, poco dormilona, interesada por aprender de todo lo que estaba a mi alcance, sensible a todo lo que pasaba a mi alrededor y preocupada socialmente. Me interesaban las cosas que le pasaban a la gente con la que compartía mi vida: familiares, vecinos, amigos... 



Soy la sexta de seis hijos, cuatro varones y dos hembras. Mientras mis padres y hermanos dormían la siesta, yo, que era una niña de cinco o seis años, me dedicaba a leer, hacer bolillos, coser o dibujar.

Llegada mi adolescencia, ya había aprendido a bordar a mano, a máquina, a hacer bolillos y varios oficios del campo. Tenía inquietud por aprender otras cosas y les dije a mis padres que quería estudiar.

  


No era fácil, un pueblo pequeño, sólo dos maestros y poco dinero en casa. Empecé dando clases con Gundamaro, era un señor muy culto, pero por problemas de la guerra, creo que era de izquierdas, se quedó sin trabajo y en el pueblo no podía hacer nada o poca cosa. Lo recuerdo con cariño, me enseñaba cosas en general, pero lo que más le gustaba era que le leyera poesía. Lo pasábamos bien, a mí también me gustaba la poesía.

Empecé a estudiar en serio y digo en serio porque me examinaba. Los primeros tres cursos de bachillerato los hice en Alamillo, un curso en junio y otro en septiembre, me examinaba libre. Me ayudaron muchas personas, recuerdo sobre todo a Emilio el marido de mi hermana que me enseñaba música, a él le gustaba tocar la trompeta y tenía los conocimientos suficientes para ayudarme. Hice una canastilla, dibujo artístico, caligrafías y todo lo que en el bachillerato de 1963 se pedía.



Estudié bachillerato superior porque quería hacer medicina; compaginaba el bachillerato superior con los primeros años de magisterio. Mi madre que era una mujer muy sensata, me animó a que empezara a estudiar magisterio. Según me decía ella, había dos razones de peso, una que terminaría antes de estudiar y la segunda, que como medicina, era una profesión de carácter social.

Hubo un hecho importante que me ayudó a seguir con la carrera de magisterio. Mi madre murió de un infarto y eso me desanimó en mi idea de hacer medicina.