domingo, 8 de febrero de 2015

No exigir lo que no cumplimos

Lo mismo nos pasa con el trabajo, si nosotros tenemos nuestras clases preparadas, si tenemos clara nuestra exposición, el material, el trabajo que nuestros alumnos tienen que realizar, nos sentiremos más seguros, no improvisaremos, dominaremos la clase, no tendremos que justificar ninguna carencia y si por algún motivo no previsto, tenemos que justificar alguna cosa, no les mintamos, expliquemos realmente qué ha pasado, generalmente lo entienden. No entienden que les justifiquemos nuestras carencias con mentiras, a corto o largo plazo lo descubren.

Si nosotros funcionamos, ellos aprenden a funcionar, no se atreven a defraudarnos, aprenden a ser responsables y a tener sus trabajos también a punto.

Yo siempre comento que no podemos exigirles cosas a los alumnos que nosotros no se sabe porque razón no cumplimos. Por ejemplo, yo no puedo exigirles puntualidad si yo llego tarde cada día. Esta reflexión la podemos trasladar a cualquier comportamiento, a cualquiera de las actividades que realicemos. “Funciona, os digo que funciona.”